En Cataluña se empezaron a preguntar por qué Nike deja que sus competidores se arrimen al Barcelona. Encontraron una respuesta devastadora.
Hace semanas que el tema se ubica en el prime time de la información del Fútbol Club Barcelona. Se trata de la pelea entre las marcas por quedarse con la camiseta a partir de la temporada 2025/2026.
Puma, Adidas y Hummel son las que han golpeado la puerta de la oficina de Joan Laporta para acercarle sus ofrecimientos.
Puma parece la mas decidida, dado que, tal como trascendió en periódicos como Sport y Mundo Deportivo, propuso 100 millones fijos que podrían alcanzar los 220 entre bonos y objetivos a cumplir.
Mientras que Adidas busca dar un golpe (hasta entonces serían solo sondeos, no habría hecho ninguna oferta) tras perder sorpresivamente la indumentaria de Alemania después de casi 70 años y Hummel mejoró lo que propone Nike, pero aún está por debajo de Puma.
En tanto que la idea que surgió de la marca propia, por el momento quedó como último recurso, pues primero sería una inversión para después ir recuperando y ver las ganancias, una apuesta que no es acorde con la urgencia económica del presente.
Pero la pregunta que surgió fue: ¿por qué Nike deja que Puma ofrezca casi el doble? ¿Por qué no reacciona? Porque lo cierto es que es una firma fuerte como para no dejarse amedrentar por la oferta y la demanda.
Pero al parecer, Nike ya no está tan interesado en sostener su vínculo con Barcelona. En primer lugar porque ha bajado considerablemente la venta de camisetas en el mundo con la salida de jugadores top como Lionel Messi, Luis Suárez o incluso Neymar hace algunos años, con quienes copaban prácticamente el mercado en todo Sudamérica (haciendo de esta forma que Barcelona sea el equipo favorito en la región y en Asia, provocando múltiples ventas no solo de camisetas sino de merchandising en general).
En ese mismo sentido, la falta de una figura que se ubique en el podio del fútbol mundial (un Mbappé, Bellingham o Haaland) es un factor que para las marcas y puntualmente para Nike (de las más reputadas y que siempre se disputa este nivel de protagonistas con Adidas) tiene mucho que ver.
Por último, la ausencia de consagraciones en el plano internacional también es un aspecto relevante. Sin Champions League, no se impone en Europa, no genera empatía en las zonas del continente donde no hay clubes fuertes, no visita las sedes en donde se llevan a cabo la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes, por lo que, también, su exposición disminuye.
Por eso, Nike deja pasar el tren. Quizás el resurgimiento del Barça, que se dará en algún momento, los vuelva a cruzar. De todos modos, todavía está a tiempo de confeccionar un número que se aproxime a lo que exige la directiva de la institución de la Ciudad Condal.
Publicar comentario