El espectáculo vivido en la Ciudad del Fútbol ha puesto en alerta al mundo del fútbol. España, una de las federaciones más importantes de la UEFA y la FIFA, ha visto su reputación seriamente dañada tras los acontecimientos del miércoles.
La FIFA, la primera en reaccionar, sancionó a Rubiales apartándolo de cualquier cargo futbolístico. La expectativa ahora se centra en las investigaciones en curso, tanto en la Ciudad del Fútbol como en otras ciudades españolas. Desde Zúrich, la FIFA considera que este es un asunto para la policía, pero no tolerará lo sucedido.
En el pasado, la UEFA y la FIFA han apartado de sus cargos a dirigentes de otras federaciones que se han visto envueltos en escándalos. El caso de Rubiales, ya sancionado previamente, es particular, pero la inacción ante la situación actual sería incomprensible.
La Federación Española no tiene actualmente representación en ninguna de las dos instituciones, lo que reduce el impacto inmediato. Sin embargo, la sombra de la sospecha pesa sobre la organización, y su futuro a corto plazo se presenta incierto.